Atrévete...: Sangre y arena: destapando el coliseo de Roma

lunes, 16 de julio de 2012

Sangre y arena: destapando el coliseo de Roma



El coliseo de Roma es el mayor de los muchos anfiteatros que había en el Imperio, y una maravilla de la ingeniería romana. Inaugurado por el emperador tito en el año 80 (la causa más probable es debida a la baja popularidad que tenía Tito; por ello inauguró el coliseo con unos juegos sangrientos a fin de contentar al pueblo), tenían un aforo de unos 50000 espectadores, y estaban tan bien diseñado que todos ellos podrían evacuar la infraestructura en pocos minutos. El secreto residía en la sabia disposición de las bóvedas de cañón y de los pasillos y escaleras que conducían a los asientos. Las bóvedas de la planta baja tenían 80 puertas marcadas cada una con número para facilitar que los espectadores encontrasen su localidad. A veces se extendía un enorme toldo encima, para procurar sombra; y para los espectáculos nocturnos, se suspendía un enrome candelabro sobre el ruedo. No obstante, aunque sin duda es una maravilla del ingenio y de la construcción, no hay que olvidar su propósito: propiciar que la gente se solazase contemplando la muerte y el derramamiento de sangre. Los gladiadores solían hasta que uno de ellos moría, rara vez el vencido conservaba la vida. Por otro lado, había hombres, muchas veces esclavos, que se enfrentaban a las fieras procedentes de todos los rincones que había conocido el mundo romano; si las fieras no atacaban, no sentían sed de sangre humana, era el maestro de fieras es que era decapitado en mitad de la arena como castigo.

Los llamados juegos eran un espectáculo, aunque cruel, sufragado por el emperador o por algún prócer romano para conseguir popularidad. 

3 comentarios:

  1. Ryunani, no te olvides que alguna que otra maravilla del Coliseo Romano es que en su "arena" había pasadizos y cuevas subterráneas, pero lo más impresionante es que en ésta se hacían batallas navales verdaderas, con que llenaban el Anfiteatro de agua e introducían pequeños barcos para estas batallas.

    Un saludo.

    Tu amigo Zazú.

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  2. eran unos loquillos los romanos.

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