Parece que su origen está en el Imperio Romano. Cuando Claudio II, emperador romano, pensó que lo mejor para sus intereses militares era que los jóvenes no se casaran, de tal modo que nada les atara y pudieran servirle mejor como soldados. Así, prohibió los matrimonios entre los jóvenes y a estos les tocaba esperar para poder desposarse.
San Valentín era un sacerdote de aquel tiempo y lugar y consideró injusto e inmoral el mandato del emperador, por lo que comenzó a celebrar matrimonios en secreto. No debía ser mucho el secreto, o muy bueno, porque el emperador Claudio se enteró de aquella práctica de nuestro santo. El emperador se entrevistó con San Valentín y este casi le convence de la bondad de él mismo, de su medida en torno al matrimonio e incluso del cristianismo. Pero el emperador, aconsejado por sus hombres de confianza, decidió finalmente encarcelar al santo.
¿Y por qué el 14 de febrero? San Valentín finalmente fue martirizado y ejecutado el 14 de febrero del año 270, y por ello, por ser el aniversario de su muerte el 14 de febrero, es por lo que tal fecha se celebra el día de los enamorados. La festividad fue incluida en el calendario litúrgico de la Iglesia Católica Romana en el año 1969.
Por cierto, es bueno aclarar que esta historia tiene otras interpretaciones, que hay fuentes que dicen que San Valentín fue otro e incluso, aunque las he obviado, hay notas sobre los milagros de este. En cualquier caso, una historia que merece la pena ser conocida, y más en el día de hoy, aunque con unas horas de retraso...
¡Sed felices!
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